El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, juró esta tarde y asumió su segundo mandato luego de ser reelecto por amplia mayoría en las elecciones de octubre pasado. Kicillof llegó a la legislatura bonaerense acompañado de su familia y de la vicegobernadora, Verónica Magario. Su discurso se centró en los logros de su primer mandato, los objetivos para los próximos cuatro años y la relación que tendrá con el flamante Gobierno nacional de Javier Milei, en momentos en que el mandatario solo promete ajuste. “Lo que se necesita es más y mejor Estado”, sentenció y agregó: “Nos eligieron para seguir transformando la provincia”.
La ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la invitada de la jornada que se llevó todas las miradas. Estuvo en unos de los palcos principales y recibió un saludo especial del mandatario provincial: “La admiro demasiado”.
Kicillof habló ante los y las legisladores bonaerense y reivindicó que la provincia “se tiñó de celeste” en las elecciones de octubre. El acto es el último con el gabinete actual, ya que el miércoles le tomará juramento a los nuevos ministros y ministras que lo acompañarán en su segunda etapa. Entre las principales figuras que se sumarán al Ejecutivo Gabriel Katopodis, Silvina Batakis, Juan Martín Mena y Malena Galmarini.
En su mensaje, el gobernador reelecto destacó que su victoria electoral demostró que “lo que se necesita es más y mejor Estado”, aunque reconoció que “a nivel nacional ganaron otras ideas”. “Faltó más rebeldía, justicia social y redistribución”, sentenció, haciendo un análisis de la derrota del peronismo en el balotaje presidencial del mes pasado y el triunfo de Javier Milei, hoy flamante presidente.
También reivindicó los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, pero pidió que “no sean fuente de nostalgia”, sino de “esperanza”. Por eso, aseguró: “Nos eligieron para seguir transformando la provincia”.
“No soy el gobernador de una fuerza provincial, ni de una isla, soy gobernador de casi el 40% de los argentinos cuya calidad de vida depende en mucho de lo que haga el Gobierno Nacional”, aseguró y agregó: “Nos tocará convivir con un Gobierno nacional cuyas ideas no compartimos pero cuya legitimidad respetamos. (…) Pedimos también que se respete la voluntad de la mayoría de los bonaerenses que eligieron un proyecto de desarrollo y justicia social”, aseguró el gobernador.
Kicillof se metió de lleno también en la discusión por la coparticipación. “Nada de esto puede conseguirse sin recursos. En este tiempo se escucharon barbaridades tan inexactas como injustas con relación a los recursos que recibe la provincia de Buenos Aires. Más allá del compromiso solidario que nuestra provincia tiene con las restantes provincias, esta situación constituye una enorme injusticia: aportamos casi el 40% de la coparticipación y recibimos poco más del 20%. Con semejante desproporción entre lo que producimos, aportamos y recibimos, es imposible dar respuestas adecuadas. Hago una invitación a todos los partidos: lo que nos toca como dirigentes bonaerenses es recuperar los recursos que le fueron quitados a nuestra provincia”.
Pero, luego, aclaró: “Aún con un Gobierno de signo opuesto, jamás buscaremos salvarnos solos”, prometió Kicillof y no solo mencionó al Ejecutivo nacional, sino también al porteño y a los otros 22 provinciales.