Por Juan Carlos Lopaczuk
(Profesor de Historia y Periodista)
El ataque a la democracia de las políticas libertarias.
Existe un video que hace unos años fue viral en redes sociales y que graficaba sobre el peligro del calentamiento global. El corto de unos minutos de duración dejaba ver como una rana moría lentamente mientras aumentaba el calor de su recipiente. El video tenía dos partes. En la primera de ellas, se lanzaba a una rana a un recipiente con agua caliente. Inmediatamente, esta saltaba y salía despavorida. En la segunda parte, la rana se encontraba dentro y de a poco se calentaba su receptáculo, lo que lograba que su ocupante no percibiera el aumento de temperatura. De tal modo, que la rana finalizaba falleciendo de un paro cardíaco sin oponer resistencia.
La firma del decreto 1112/2024 de ley de Sistema de Defensa Nacional por parte del ejecutivo nacional es un hecho importante. En este decreto las Fuerzas Armadas (FFAA) pueden volver a intervenir en asuntos de seguridad interior. Hasta ahora solo estaban abocadas a la defensa de la nación ante un ataque externo. Esta prohibición era piedra fundamental del pacto democrático que se originó en la sociedad argentina, como consecuencia de los horrores de la última dictadura cívico-militar que se inició en 1976.
La nueva ley establecida por decreto y sin pasar por el congreso, permite que las FFAA intervengan en seguridad interior en cuestiones de lucha contra supuestas organizaciones terroristas y protección de objetivos de valor estratégico”, que la norma define como bienes o instalaciones que, en caso de ser dañados o destruidos, provocaría graves perjuicios para el país. Además, dentro de este decreto, la determinación de los
objetivos estratégicos´´ a defender será establecido por la voluntad del presidente de la nación.
En este punto nos podemos preguntar: ¿Que considerará el presidente como objetivo estratégico ´´ para los intereses de la nación? Ante la evidencia de una política de seguridad represiva y violenta que criminaliza a las organizaciones sociales y sindicales. Debemos dejar en claro que el derecho a huelga está protegido por nuestra Constitución Nacional. Específicamente en el artículo 14 bis, que establece el derecho del trabajador a tener una organización sindical libre y democrática. Ampliándose este concepto en el segundo párrafo del mismo artículo, donde se protegen los Derechos colectivos del trabajo, garantizando a los gremios el de la negociación colectiva y el Derecho de huelga. No es difícil inferir que los
objetivos estratégicos´´ a defender´´ serán los aeropuertos, puertos, yacimientos petrolíferos, rutas e incluso cualquier espacio en donde pueda suscitarse algún reclamo que dentro de esta ley sea considerado por la voluntad presidencial como de interés para la economía del país. Habilitando con ello la posibilidad de la intervención militar que tantos malos recuerdos han dejado en la historia reciente. Además, las políticas de ataques reiterados a los derechos humanos se dan cada vez con mayor intensidad. En estos primeros días del 2025, fueron cerrados el Centro Cultural
Haroldo Conti´´ y el Archivo de la Memoria en el la EX ESMA, lo que significó la suspensión y virtual despido de decenas de trabajadores y trabajadoras de la Secretaria de Derechos Humanos. Así como el cierre del Centro de la Memoria del Virrey Cevallos en el barrio porteño de Monserrat en (CABA), dejando con ello a diez trabajadores sin empleo. Lo que fue el corolario de un 2024 con reducción de puestos y desfinanciamiento planificado de políticas de memoria en argentina.
Retornando a la teoría de la rana y para finalizar, los hechos hablan por sí solos. Poco a poco cada vez hay menos democracia en nuestro país. A los derechos sociales cercenados cada vez más, se suma ahora la militarización interna de nuestra patria. Como a la rana, nos van calentando el agua de a poco. No podemos dejar que el agua hierva.